miércoles, septiembre 21, 2005

una conversación genial

Trabajaba en mi computador, cuando uno de mis contactos de messenger con el nombre de atanmoan se me aparece muy amistosamente. Verdaderamente no sé de quién será este nick y creo qu el nick tampoco sabe quien soy yo. De todas maneras traté de seguirle la corriente y sacarle datos, sin embargo fue imposible. he aquí la conversación más absurda que he tenido en días, la que procedo a compartir:

atanmoan: hola poo
yo: cómo andai
atanmoan: bien y tu?
Dónde estai trabajando?
Y : aquí aprovechando unos días de vacaciones
En donde mismo
Y tú qué cuentas?
A : Cómo donde mismo
Y : Sí, en el mismo colegio por cuatro años
A : aaaaaaaaaaa
Yo renuncié a fines de julio
Y : Y qué hai hecho en estos meses
A : He estado trabajando aqui en el taller de nuevo, pronto comienzo a buscar de nuevo
Supiste que me fui de "allá"
Y : No, hace cuánto tiempo
A : Estuve hasta el 31 de julio
Y : Y por qué te fuiste, qué te dio?
A : es difícil ser testigo, vos cachai


Efectivamente, la conversación terminó sin una despedida ni nada por el estilo, nunca supe el tabajo, qué significaba "allá" ni menos el significado de ser testigo.

ser...¿piratas?



Hoy en día, la moral comienza a socavar las entrañas de algunos y a roer uno de los actos más preciados para los melómanos: el bajar música.
Hace unos días un amigo parlamentó:"ya nos irá a llegar", ya que en nuestro vocabulario musical el verbo "comprar" había perdido terreno; en cambio "bajar", era reiterativo. Sin embargo, pensando detenidamente en el tema, ninguno de los cuatro melómanos que nos encontábamos allí había bajado el último disco de Ángel Parra Trío o el éxito del raggeton o el compilado de Rojo Vip o de Coldplay, sino que eran, por ejemplo, grabaciones exclusivas de Beck con Flaming Lips o Road to Rouen de Supergrass o algún disco de Kreaftwerk o, simplemente, Stuart Staples, es decir, discos que a Chile no llegarán, salvo por encargo, debido a que no son agrupaciones conocidas ni altamente comerciales(en Chile por lo menos).
En otras palabras, quienes usufructuamos de algún software(Soulseek por ejemplo) somos quienes buscamos música que no se escucha normalmente en las radios, salvo en algunas FM (Concierto, Horizonte, Zero, Valentín Letelier), que compramos revistas especializadas (Rockdelux por ejemplo) que visitamos algunas páginas web o que gran parte de nuestras reuniones las gastamos en esto(además de temas de contingencia).
Por lo tanto, quienes pertenezcan a un grupo de gente que le encanta la música, que tiene los medios para ir a alguna disquería para comprar o encargar discos, pero que además encuentre su placer en bajar música y compartirla en la red con su grupo de amigos, en otras palabras, que su gasto en música y eventos colaterales sea no menor, siga usufructuando de los softwares, que no es lo mismo que comprar el disco de Luis Dimas a $3 mil en la calle, ya que lo que hacemos no es un acto de tacañería, sino de justicia o me dirán que en la calle o en las disquerías más populares puedo obtener un CD de Laura Veirs, Nick Drake, !!! o Bloc Party.
No nos engañemos, esta minoría melómana no mata la música(menos a su industria), sino los invito a contar cuantos discos originales tenemos en nuestro hogar, a cuántos conciertos vamos en el año y cuántas revistas musicales tenemos almacenadas.

martes, septiembre 20, 2005

Introducción

Desde que el Senador Flores indicara que los Blogs son el futuro pensé en el pasado y por eso heme aquí, reemplazando un trozo de plaza de provincia, compartiendo una virtual cerveza con el virtual Rodrigo del bar Vienés, escribiendo una crónica fome, egocéntrica y hedonista, transcribiendo una conversación anodina que a nadie más que a mí le interesa compartir un pedazo de mí, como canta Schwnenke y Nilo.

Bienvenidos